
25 Abr ¿Cuánto dura un logotipo?
En este artículo queremos hablar acerca de cuánto dura un logotipo, cuándo es necesario hacer un rediseño o partir de cero para crear una nueva imagen de marca. La respuesta no es sencilla. Hay múltiples factores que hacen necesaria la renovación. Todo cambio en la identidad visual de una organización debe ser coherente y responder a una necesidad real.
Aprovechando el cambio que Telefónica ha realizado en su logotipo, vamos a ver algunos ejemplos de marcas que han cambiado y otras que permanecen inalterables a través de los años o las décadas. Algunas de ellas, como Coca-Cola, perduran a lo largo de tres siglos.
Telefónica cambia su logotipo después de 23 años
Ayer se presentó el nuevo logotipo de Telefónica, por sorpresa y en la junta de accionistas, el propio presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, desveló la imagen que, a partir de ya mismo, identificará a la empresa de telecomunicaciones española, la más grande de Europa en su sector.
El nuevo logotipo está formado por cinco círculos y sustituye al que estaba vigente desde 1998. El logotipo que llevaba identificando a Telefónica desde hace 23 años se presentó a través de un anuncio de televisión en la nochevieja de 1997.

Todos conocemos el caso Coca-Cola. Su logotipo data de 1887 y se ha mantenido, a través de sucesivos y sutiles rediseños, prácticamente inalterable.
Hoy es una de las marcas más conocidas en todo el mundo y su valor es incalculable. Seguramente, si mostramos únicamente una pequeña parte del logotipo, muchos de nosotros identificaríamos rápidamente la marca. Coca-Cola comenzó hace más de 100 años vendiendo refrescos y, en el S. XXI sigue vendiendo… refrescos.
En estos casos donde la marca es tan conocida a nivel global, cualquier intervención en la misma es delicada y crucial, se trata de “rejuvenecer” la marca y adaptarla a los nuevos soportes de comunicación, a las nuevas tecnologías, a los nuevos usos y costumbres de sus clientes…


1984
Telefónica se fundó en 1924 como Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), y su función se mantuvo inalterable durante varias décadas. En los años 80 España vivió una “revolución” del diseño que llevó a la empresa a convocar un concurso para dotar a Telefónica de una nueva identidad visual corporativa, un trabajo que ganó el estudio Taula de Disseny, bajo la dirección de Josep María Civit.
El nuevo logo se “inspira” en este de 1984, donde la T de Telefónica estaba compuesta por 10 círculos y estaba dentro, a un vez, en una circunferencia que remitía claramente a un dial telefónico, con sus diez agujeros correspondientes a los 10 números.
La tipografía usada era una Gill Sans que fue la corporativa de Telefónica durante muchos años.
Sin embargo, pocos años después, este logotipo sufrió un profundo rediseño. En este caso, el logotipo había quedado obsoleto por que Telefónica ya no era “solo” una telefónica, sino que se había convertido en una empresa de telecomunicaciones con amplios y diversos intereses en el sector y un dial telefónico ya no representaba el presente de la empresa. El futuro de las telecomunicaciones pasaba por la telefonía móvil, Internet, y después llegaría la televisión, los contenidos… una tecnología en continua transformación. El dial telefónico dejó paso a una especie de “sistema planetario” más dinámico y menos “literal”, multicolor y, seguramente, más adecuado a la nueva realidad.
Ya en 1998, Telefónica dejó de ser la marca visible como tal y este nombre y su logotipo se reservó para identificar a la matriz, como imagen institucional, y Movistar fue la marca que, a partir de ese momento, podrá rostro a los productos de la empresa a la que posteriormente se han sumado otras nuevas marcas.
Es este caso, los profundos cambios en el seno de la compañía, su evolución en el sector de las telecomunicaciones al que pertenece y la continua transformación de los productos que ofrece hace necesario el cambio de identidad visual como medio para visualizar estos cambios y adecuarse a la nueva realidad.
El nuevo logotipo de Telefónica recupera, paradójicamente, la esencia de su logotipo de 1984, simplificando el número de círculos, que pasan a ser 5 en vez de 10, correspondiendo cada uno de ellos con los cinco pilares en los que quiere centrarse la compañía y en los que se asienta su plan estratégico: Telecomunicaciones, Transformación, Tecnología, Talento y Trascendencia; cinco “T” que construyen una marca a la que nos acostumbraremos (muy) rápidamente.
